Soy Alberto Segurado, alfarero por pasión y profesión. Mi viaje en el mundo de la alfarería comenzó en 2013, y desde entonces, he dedicado cada día a perfeccionar el arte que tanto amo hasta que, en 2016 abrí mi propio taller en Entrala del Vino.
Crecí admirando la belleza de lo simple, lo que me llevó a explorar la alfarería cotidiana con un enfoque único.
Este camino no es solo una profesión para mí; es un llamado, una manera de honrar mis raíces y, al mismo tiempo, explorar nuevos horizontes.
Cada pieza que sale de mi taller lleva consigo un pedazo de mi historia, un sueño moldeado con mis propias manos.
Mi trabajo es una fusión de técnicas heredadas con la influencia de la Escuela de Arte de Zamora y el rico legado de Pereruela, donde aprendí los secretos de este oficio.
Esta combinación me permite crear piezas que, aunque arraigadas en la tradición, respiran un aire de transgresión y novedad.
En mi taller, no solo encontrarás platos, tazas, vasos y cuencos; cada pieza es un testimonio de mi viaje, un equilibrio entre la funcionalidad cotidiana y la estética.
Además, también creo piezas personalizadas, objetos que se convierten en parte de la historia personal de alguien, ya sea para un día especial o como un elemento único en su hogar.
Tengo el privilegio de compartir mi pasión a través de talleres, donde guío a otros en el descubrimiento de este hermoso arte. En estos talleres, entre el barro y las manos ansiosas por aprender, se crean momentos y recuerdos inolvidables.
Te invito a ser parte de este sueño, a descubrir en cada obra una historia, una emoción, un pedazo de mi mundo. Bienvenidos a mi viaje, a mi pasión, a mi vida.